Un paseo por Marrakech

Marrakech es una ciudad que enamora, cuantas más veces vas, más te gusta, sus calles laberínticas llenas de puestos que esconden tesoros, la mezcla de olores y texturas, sus colores, la gente… Es un sitio al que me encanta volver una y otra vez y siempre vuelvo con algo nuevo. Este último viaje relámpago ha sido para conocer artesanos, ya que es un país lleno de tesoros desde las telas hasta el metal que me inspira donde quiero ver si podemos crear productos especiales.

Las montañas del Atlas que rodean la ciudad me llenan de curiosidad, en mi siguiente viaje no voy a dejar pasar la oportunidad de pasar unos días ahí en el hotel Kashba Tamadot. Su web me entusiasma y solo un rato en ella te transporta a otro universo, igual que la de su hotel en el centro de la Medina de Marrakech Riad El Fenn, donde me quedé con Cris, Rosario y Adri en el puente de Diciembre. ¡¡Una maravilla!!

A veinte minutos de la ciudad, estuve visitando una cooperativa de bordados y tejidos que ha dado trabajo a 40 personas entre hombres y mujeres que trabajan juntas y gracias a ello comen más de 20 personas. La forma en la que han recuperado las antiguas tradiciones del país y donde crean maravillosos tejidos especiales, es una labor que me ha dejado completamente enamorada. Conocerles y visitar su pueblo fue una experiencia que me encantó, tras una de sus maravillosas puertas vi como los hombres creaban los tejidos y subiendo unas escaleras de azulejos, encontré como unas mujeres bordaban toallas, mantas, sábanas y manteles… ¡¡Un verdadero espectáculo!!

Hay miles de hoteles espectaculares y lujosos, pero a mi sin duda el que más me gusta es Villa les Oranges, con su patio de naranjos y fuentes, su servicio espectacular y una decoración preciosa y nada ostentosa.

Uno de los días os recomiendo que comáis o cenéis en Terrace de Epices. Cuidado que también hay Café des epices, que también está bien, pero a mi me gusta más el primero. Para llegar hay que pasar por un edificio lleno de puestos y tiendas que merecen muchísimo la pena.

En este viaje, me he quedado en el Riad Abracadabra, donde me siento como en casa y el servicio es excelente. Os lo recomiendo al 100% ya que me he quedado aquí varias veces. Por último os quiero hablar del Beldi Country Club, un club con piscina, hamam y tiendecitas a las afueras de Marrakech que es un remanso de paz, rodeado de olivos y rosales que te cautivan y hacen que no te quieras ir nunca. Si tenéis tiempo y un día programado para el relax, EL Beldi Club es LA opción.

Termino el post y me quedo con ganas de contaros más… pero tampoco os quiero aburrir. Pronto haré un post más dedicado a recomendar sitios, planes y tiendas por si estáis interesados con un directorio de direcciones que os van a gustar.

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